VISTIENDO SANTOS PARTE II

Algunos opinan que las segundas partes no son buenas. Así que para quitar prevenciones, los introduzco al tema diciéndoles que esto no es una nueva aventura sobre un mismo tema ya tratado, sino que la primera vez quedó tan largo que por miedo a que los lectores se me aburrieran lo partí en dos, y aquí está lo que faltaba de lo que comenzó hace ya casi tres meses, con algo de edición, por supuesto:

Y llega una tarde otra vieja amiga y me pregunta: ¿cuál es tu técnica? Me quedé pasmada y luego dije: “¿Perdón? ¿Técnica para que?”. “Para que te tomen en serio”, me respondió.

No podía creer que alguien me preguntara eso, porque significaba que esta chiquilla había sido tomada mucho menos en serio que yo en el curso de su historia, y no es que eso me moleste, sino que no sabía que fuera posible, además de no sentirme en absoluto en la capacidad de darle consejos a nadie sobre técnicas de ningún tipo. No soy un fracaso, pero cada cual tiene circunstancias tan particulares, que difícilmente una solución puede aplicar a dos personas. Entonces realmente no entendía su pregunta.

Me explicó que le preocupaba no haber recibido nunca una propuesta de matrimonio, mientras que algunas tenemos encima un par y un saquelavivir (para no entrar en detalles). En ese momento no fui muy clara con mi respuesta y apelé a mi ego (hoy me da vergüenza) y le respondí: sé tu misma, si realmente le gustas a alguien, él luchará por ti y de seguro querrá que lo acompañes por el resto de su vida (después, tú decidirás que mejor no quieres, pero ssshhhh…). Esa frase en paréntesis lamentablemente no se la dije, y con toda la basura que la sociedad le ha metido en la cabeza a una tradicional chica de estas, dudo que haya algo que yo pueda hacer para que le diga que no al primer pelafustán que le pida que estire el dedo.

Hoy le respondería tan distinto… Primero, le preguntaría porque rayos quiere conocer a un hombre que al día siguiente piense en querer pasar con ella el resto de su vida. Eso no da más valor, a nadie le importa, y además NO ES NORMAL. Bueno, che… excepto cuando me pasa a mi.

Le diría también que es muy afortunada de no tener que haber vivido todo eso, porque suficiente tiene uno con lidiar con uno mismo, como para tener que solucionarle la vida a un aparecido que, por hacerte propuestas indecentes, se cree que es de tu familia. Y le haría claridad sobre el hecho de que en realidad lo que tengo encima es uno que necesitaba con urgencia una mamá que se ocupara de sus asuntos, otro que quería una terapeuta cariñosa y gratis, y por último, un machista loco que creía que teniéndome bajo su “custodia” nuestra relación se facilitaría. Limpiar la mente de todo eso no es fácil.

Entonces, ahora que lo reflexiono con mayor jocosidad, la técnica puede ser esa: búsquese un tipo con problemas, que si usted se los soluciona y lo convence de que la necesita él querrá quedársela, porque ellos también creen erradamente que ese es el siguiente paso en la vida que le dará solución a todos sus problemas actuales: acaban con esa idea extraña que tienen en la oficina de que son alcohólicos u homosexuales, los que viven con la mamá le consiguen un reemplazo con el que además pueden tener sexo, y los que no viven con ella pueden comenzar a ir a trabajar con la ropa limpia y planchada, o pues eso esperan.

Aquí chicos no lo nieguen, porque sé que la mayoría nos hacen creer que proponen matrimonio a regañadientes, pero eso no es así. A la larga lo hacen! Sin que nadie los obligue! Lo hacen! Si hemos caído en este círculo vicioso no es culpa exclusiva de las mujeres. Y si lo hacen a regañadientes… torpes… TORPES!

Los que realmente saben lo que quieren y tienen los pantalones bien puestos se dividen en dos grupos: los que no se casan y los que se casan felices. Los que se casan pensando que es un cuasi – suicidio, que creen que se les acabó su libertad entonces hacen unos eventos desmedidos en donde se comen hasta las cucarachas del vecino y se toman incluso el agua del florero llamados “despedidas de soltero”, que sienten que perdieron esa larga carrera contra el tiempo a lo largo de la vida dejándose atrapar en medio de la selva por una leona despiadada, son unos losers. Hagan todas las despedidas que quieran… ya cayeron. Esto no aplica solo para mujeres, señores. El que se case debe hacerlo porque realmente quiere hacerlo (si hay alguna confusión sobre el concepto de matrimonio del que aquí se habla pueden ir a la primera parte de este blog: http://www.crc-aventurera.blogspot.com/2012/06/vistiendo-santos.html).

No es el hecho de que ellos, después de años de insinuaciones nuestras, decidan ponernos un anillo en el dedo lo que determina que nosotras tengamos que decir que si. Son las ganas de los dos de pasar una vida juntos. Si en esas se enreda un anillito con un diamante bien coqueto, pues… se recibe ¿si? O que…

Tiene uno que tropezarse treinta y un veces para entender lo que mi amiga Andre dice: "solo si se consideran todas las opciones se es realmente LIBRE de tomar una decisión". Y pues ese es aquí en gran parte el tema, ¿no? la libertad. Casarse por amor es una opción, casarse por comodidad es otra, casarse por dinero no es inválido del todo, pero sobre todo hay que tener en cuenta algo: vivir una vida con uno mismo también es una opción, y es la primera que debe entrar a competir cuando nos hacemos la pregunta del millón: ¿De verdad quiero hacer esto? ¿Y con esta persona? La embarrada es entonces cuando no se tienen todas las opciones sobre la mesa.

Yo tengo algunas premisas, no se cual es verdadera o cual es falsa, pero funciona para mi perspectiva:

• No toda relación larga debe terminar en el altar.
• El hecho de que la soledad sea una buena opción no quiere decir tampoco que toda relación, cuando exige un poco, deba terminar.
• Pegarse de cualquier espécimen para purgar el miedo a quedarse solterón no está bien.
• Estudiar técnicas para atrapar a personas del sexo opuesto, o del género de su preferencia, y creer que eso funcionará, es una gran mentira.
• Justificar el proponerle matrimonio a su novia en el hecho de que ella lo presiona constantemente, es solo una muestra de falta de carácter.
• Comprar vestido de novia después de la primera cita, creyendo que el simple hecho de tomarse mutuamente en serio significa que las cartas ya están echadas, puede resultar un poco apresurado.

Tomar la decisión consciente de entender que es mejor estar solo que mal acompañado, o que simplemente no estamos hechos para hacer vida con alguien mas, puede ser una sabia decisión entre un listado amplio de opciones que tenemos los seres humanos para sortear nuestras vidas.

De otra parte, tampoco nos vamos a enfrascar y rechazar el sueño del vestido blanco, porque no es la idea. Es una decisión personal que siempre que esté bien fundamentada será correcta, y de hecho, pasando a un plano más personal y como les confesé antes, el vestido blanco esta en mi lista, porque les digo nuevamente: de blanco me veo realmente bien. No es mi sueño número uno, y si no se cumple no será la frustración que me determine. Simplemente, de cumplirse, hay que escoger muy bien y no andar por el mundo con el anular estirado ofreciéndole la vida entera a cualquiera que pase por ahí.

POR: AVENTURERA

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