¿INCAPACITADA O INCAPAZ? ESA ES LA CUESTIÓN…

Caer en la situación de que lo obliguen a uno a no ir a trabajar es como que lo obliguen a uno a comerse un chocolate. Son dos cosas deliciosas, pero nada en la vida sabe rico si te obligan.

Llego a mi casa en el carro y pito, luego grito: “BAJA RÁPIDO, TE ESTOY ESPERANDO”. Mi hija me dice: “Mamá, es cerca, mejor caminemos”. Esta niñita, tiene toda la razón, aprovechemos para hacer ejercicio y contrarrestar este sedentarismo tan espantoso. Llegamos a la avenida, esperamos a que no pase un solo carro, vamos a cruzar y ¡ZAZ! Me caigo en un hueco que está justo al lado de la rampa para discapacitados (que cosas, ¿no?) y dos horas después el tobillo de mi pie derecho parece un panzerotti. Y uno de los buenos: bien rellenito.

Me han dado una incapacidad por varios días y tengo un pie inmovilizado. Una contusión, más conocida en el argot popular como esguince ¿Qué será de mí? Dos días después estoy a punto de enloquecer. Entre el libro de turno (que está buenísimo pero es un ladrillo), el computador y el televisor, la mente comienza a dormirse, y a dormirse, y a dormirse.

Tengo ganas de salir a la calle y contagiarme del ambiente... o de contaminarme con la polución... como sea. De pronto así me unto de vida! Pero no puedo. Con el fin de recuperarme del accidente causado por la negligencia de algún contratista, me han conminado al aislamiento.

Amo Friends, pero ese capítulo ya me lo vi tres veces esta semana. Apago el televisor, prendo el computador, no hay nada nuevo en las redes sociales. Debe ser porque la última sesión la cerré hace quince minutos. Así que apago el computador. Abro el libro, en esta posición recostada leer me da sueño. Hago una siesta. Me despierto, voy al baño en muletas y regreso. ¿Qué hago? ¡YA SÉ! Voy a prender el televisor.

Viendo la televisión entonces me doy cuenta de que no he hecho nada con mi vida en estos días y me siento culpable, así que lo apago… mi cuarto es un chiquero, y llevo encerrada aquí cuatro días ¿cómo no iba a volverse un chiquero? Es desesperante. Pero no puedo pararme a arreglarlo. Intenté cambiar las sábanas en muletas pero, créanme, es muy difícil.

Es muy probable que mi tobillo se esté recuperando, ¡pero el resto de mí se está desesperando!

Nadie viene a verme, porque no le he contado a nadie que estoy incapacitada, porque quería descansar y recuperarme como debe ser. Pero soy incapaz de estar incapacitada.

Entonces he caído en la mala suerte de ser incapaz de disfrutar de la incapacidad. Vengan a verme…

POR: AVENTURERA

Comentarios

  1. Que vengan a visistarme ni que nada, las incapacidades son para incpacitarlo a uno hasta para recibir visitas, ja ja ja, mas bien cuídate mucho, reposa, aprovecha y duerme, apapacha a Julia, date la oportunidad de compartir con los tuyos, date un tiempito para ti y los demás que se vayan al carajo.
    Un abrazo fuerte, que te recuperes pronto.

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