QUÉ TAL QUE ALGÚN DÍA YO ME VUELVA FAMOSA...
Este blog empezó, entre otras, con esta cuestión: ¿qué
carajos es lo que les gusta a los hombres de la dificultad? Y se los juro que
tenía una idea buena para hablarles de este tema, pero no se
imaginan la gripa con la que ando, o bueno… ella ya anda conmigo porque goza de
tal fortaleza e independencia en mi organismo que tiene entidad propia… y
empiezo a escribir y de pronto me detengo… me distraigo en algo que me molesta,
que me incomoda, me doy cuenta de que todo me duele: empiezo a sentir la
picazón en la garganta, y los ojitos estrábicos porque es que se tuercen cuando
hago esfuerzos infinitos por mantenerlos abiertos.
De pronto siento el dolor en los antebrazos, y todo me duele
tanto que comienzo a sentir cómo la sangre corre dolorosamente por las venas, así como si fuera aceite…
Uy… ahí comienzan a escurrirse los mocos. Mi jefe viene para
acá y yo tengo los mocos casi en el borde de las fosas nasales y pañuelos
sucios al lado del teclado del computador. ¡Carajo! ¿Qué hago? Me agacho hacía
la papelera a botar los pañuelos sucios y con la otra mano cojo un pañuelito nuevo
y me limpio… Uff… Que salvada! Y me pregunta: ¿Cómo te fue en la audiencia de
ayer? Yo solo pienso en responderle: pregúntele a su madre, porque esta que
usted ve aquí no sabe, no responde. Pero no puedo, así que me río para mis
adentros, tema satisfactorio para mi estado anímico y le respondo sonriendo: Jefe, fdezquéeze, doz fue zuped bied, tabos
diztoz pada da ziguiedte etapa.
Entonces se apiada de mí: Ay, pobre! Estas enfermita! Voy a traerte el número de los domicilios para que te traigan unos
antigripales y puedas seguir trabajando tranquila. Tú sabes: ‘pasa la gripa sin
sentirla’. Jajaja…
Tan chistoso… Respondo con una sonrisa y no escribo lo que
pienso a cerca de su maravillosa buena voluntad porque qué tal que algún día yo
me vuelva famosa y él lea esto, ¿ah? Qué tal… Porque yo les digo sinceramente, que la esperanza es lo último que se pierde. Entonces dejemos así. Y pues... tener gripa es como cuando una tiene rabia con el novio: se puede caer en eso de decir cosas que realmente no se sienten.
Después sigo sentadita, juiciosita… desconcentradita… en las
nubecitas… con todo el trabajo estancado, con las intenciones de empezar con
algo, pero qué le hacemos, todos sabemos que un día de gripa viva es un día
perdido.
Así que mejor me quedo aquí quieta disfrutando de mis
escalofríos. En este momento, el oído interno izquierdo está comenzando a
inflamarse, ah no, es el derecho… pfff!
¡Uy, nooooo! Ese man que viene ahí, ¿es? O no es… ¡Ah! Sí es.
¿Y ahora? No tengo muy buen olfato en este momento, pero siento que mi gripa
huele a kilómetros en esta oficina… tengo el pelo tal como me levanté, hoy no
me maquillé, la nariz la tengo roja y los ojos tan hinchados… y obviamente me
puse esa ropa que se me ve tan feíta: la abrigada. Carajo.Viene para acá. Ya que...
¿Saben qué? Voy a comprarme un antihistamínico y a ustedes
les tocó por esta semana conformarse con esta pobreza de blog, y agradezcan:
las enfermedades no se pegan leyendo…
POR: AVENTURERA
PD: AHORA ANDAMOS AZULES y pusimos más información a los
lados. Vea: Si usted no nos ha seguido desde el principio, en el costado
derecho encuentra las ENTRADAS MÁS POPULARES, aquí a mano izquierda encontrará
las ÚLTIMAS ENTRADAS. Mas abajo también a su izquierda, va a encontrar un listado por años y por
meses que es el ARCHIVO DEL BLOG, y así puede ir en orden cronológico y ver la evolución, o la involución de todas estas ideas…
que dependiendo de sus directrices intelectuales usted podrá concluir (aquí
entre nos, yo creo que cada vez escribo más pendejadas). ¿Que por qué
cambiamos? Porque siendo la entrada número cincuenta nos pareció prudente oxigenar
el sitio. Y no se le olvide meterse al Facebook de AVENTURERA y seguirnos por ahí también.
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